Ilustración de empatía con pájaros y apretón de manos
icono de corazon

La poesía puede fomentar la empatía desde la primera infancia

En un mundo cada vez más acelerado e individualista, cultivar la empatía en las nuevas generaciones es fundamental para construir una sociedad más justa y compasiva. Los niños de hoy están llamados a hacerlo, pero son los adultos quienes tienen la misión de guiarlos y fomentar esta cualidad. ¿Por qué es tan importante fomentarla?

La empatía es la habilidad de entender y compartir los sentimientos de otra persona, en otras palabras, de “ponerse en los zapatos” de los demás. Es un concepto complejo, ya que implica tener la capacidad de identificar las emociones de otro a través de sus gestos y palabras, tratar de comprender lo que siente y apreciar la situación sin juzgar, para luego responder intentando que la otra persona se sienta mejor.

Impulsar el desarrollo de esta capacidad en los niños es un proceso que permite sentar las bases para que, en el futuro, tengan relaciones interpersonales saludables. Un niño/a empático/a se convertirá en un adulto/a empático/a, y en ese camino verás cómo este comportamiento impacta en todas las etapas de su vida.

Lo mejor es que se puede comenzar desde la más temprana infancia, y la poesía puede ayudarte con ello.

A partir de los 8 meses, los bebés empiezan a distinguir respuestas emocionales asociadas a una situación o un estímulo específico, como los gestos que le haces al hablarle o al contarle una historia. Con el paso del tiempo, esta habilidad va mejorando, y alrededor de los 2 años, los niños ya son capaces de sentir preocupación real por el sufrimiento de los demás.

Quienes han estudiado esta respuesta emocional en los niños coinciden en que la empatía tiene un papel fundamental en su desarrollo, ya que mejora sus habilidades sociales, particularmente, el comportamiento prosocial, aquellos actos realizados para favorecer a los demás. Pero también se asocia a una conducta más cooperativa, al incremento de las acciones desinteresadas y a la estabilidad emocional. Además, funciona como un factor protector de la violencia, fundamental para prevenir el bullying.

Niños mostrando empatía compartiendo un paraguas bajo la lluvia
icono sonriente

¿Cómo fomentar el desarrollo de la empatía en los ñiños?

Familia demostrando empatía y conexión emocional

La empatía se aprende y se practica. Los adultos somos los modelos a seguir más significativos para los niños, por lo que mostrar bondad hacia los demás, desarrollar la escucha activa y expresar preocupación genuina por el bienestar de otras personas, envía un poderoso mensaje sobre cómo deben comportarse.

Si tu hijo o hija percibe que eres empático/a con él o ella, probablemente tratará de seguir tu ejemplo, y al practicarlo, esta actitud se volverá algo natural. Asimismo, alentarlo a hablar sobre sus sentimientos y ayudarlo a entender y respetar las emociones de los demás, también contribuirá a desarrollar su capacidad de sintonizar emocionalmente con alguien.

Crear un ambiente familiar donde se valore la empatía y la colaboración, alentar el juego colaborativo y enseñarles a resolver conflictos de manera pacífica y respetuosa, es otra forma de fomentarla.

Los libros también pueden ayudarte. Los cuentos y poesías son un recurso valioso para enseñar empatía a los niños. Preséntales personajes que enfrenten situaciones emocionales y dilemas sociales, por ejemplo. Y durante la lectura, anímalos a expresar cómo creen que se sienten los personajes y a discutir cómo podrían ayudarse mutuamente en esas situaciones. Esta práctica no solo mejora su comprensión de las emociones, sino que también les enseña a sentirse identificados con las emociones de los demás.

Empatía icono
Poesía para impulsar la empatía

La literatura infantil puede ser una herramienta poderosa para enseñar empatía a los más pequeños. Al conocer personajes con diferentes experiencias de vida y enfrentados a diversas circunstancias, los niños aprenden a ponerse en el lugar de los demás y a tratar de comprender sus emociones.

La utilización de símiles y metáforas inspiran imágenes mentales y desbloquean la imaginación de quienes leen o escuchan poesía, construyendo conexiones que los ayudan a comprender lo desconocido y lo abstracto, al compararlo con algo familiar.

Por eso, busca historias sobre sentimientos, con personajes que pasen por diversas situaciones y haz que la lectura sea interactiva, preguntándoles qué harían ellos en su lugar. Las experiencias tempranas y significativas de empatía son claves para que los niños continúen practicando esta cualidad en el futuro.

Pero sé paciente, porque lleva tiempo. ¡Imagina que hay adultos que siguen sin dominar completamente la empatía! Por eso, tu misión es impulsarla desde la infancia, para que continúe desarrollándose a lo largo de la vida.

Niño leyendo con empatía y concentración
Grupo de niños leyendo juntos, mostrando empatía y colaboración