“Luna” se enfoca en el aprendizaje del lenguaje a través de rimas simples y visuales, ideales para los más pequeños que están empezando a explorar el mundo de las palabras. Las rimas y las imágenes atractivas hacen que sea fácil para ellos seguir y participar. Por otro lado, “Buenas noches, caca” utiliza un enfoque humorístico para tratar la rutina de despedirse antes de dormir. Este enfoque es perfecto para niños un poco mayores que pueden apreciar y disfrutar del humor.

El propósito de “Luna” es educativo y entretenido a la vez. Busca enseñar el lenguaje de manera accesible mientras mantiene a los niños entretenidos. “Buenas noches, caca”, en cambio, tiene como objetivo principal hacer que la rutina nocturna sea divertida y memorable. Ambos libros fomentan la interacción, pero de maneras diferentes. “Luna” invita a los niños a seguir las imágenes y repetir las palabras, lo cual es excelente para el desarrollo del lenguaje. “Buenas noches, caca” fomenta la risa y la complicidad, haciendo que la hora de dormir sea un momento divertido para compartir.

Luna está claramente dirigido a bebés y niños muy pequeños, mientras que “Buenas noches, caca” parece estar más enfocado en niños que ya pueden entender y disfrutar del humor asociado con despedirse de elementos cotidianos.