Entonces, teniendo en cuenta estos tres ejes, podemos afirmar que sí, efectivamente, la poesía ayuda a ejercitar y aumentar la memoria en los niños.

En resumen, la poesía emerge como una herramienta efectiva para aumentar la memoria, debido a que desarrolla la capacidad cognitiva de diversas maneras. A través de la adquisición de conocimientos, la repetición y la musicalidad, los poemas no solo incrementan la creatividad, sino que también fortalecen la capacidad de retención y evocación de la información.

La adquisición de conocimientos invita a los niños a enfrentarse nuevos vocabularios y estructuras lingüísticas, amplía su repertorio mental y facilita la memorización. La repetición, tanto al momento de leer como al de recitar poesía, permite una profunda comprensión y conexión con el poema, lo que favorece a la retención conocimientos a largo plazo. Por último, la musicalidad, inherente en su ritmo y rima, acerca a los niños a una experiencia sensorial que simplifica la memorabilidad de una manera creativa y atractiva para ellos.

En resumen, la poesía no es solo una expresión artística, sino una manera de fortalecer la memoria y el pensamiento, como una nueva forma de explorar el mundo que los rodea.

¿Quieres ayudar a los niños a mejorar su memoria de manera divertida y creativa?

¡Anímalos a leer poesía!